Nos gusta empezar siempre encajando el tema que vamos a tratar dentro de su base teórica. Hemos hablado ya de lo que son las perspectivas de un CMI. Son cuatro grandes agrupaciones de factores englobadas dentro de lo que debe medir un CMI o Cuadro de Mandos Integral.
Todas y cada una de ellas son importantes, ya que es precisamente la relación entre ellas la que define el éxito de su implantación en una empresa. Estamos hablando de la perspectiva financiera, de la perspectiva del cliente, la de los procesos internos de una empresa y la perspectiva de la innovación.
Cada una de ellas tendrá objetivos comunes, pero también objetivos concretos que atañen a los departamentos que se encargan de su gestión.
La semana pasada hablamos de los objetivos de un CMI desde la perspectiva del cliente, y hoy queremos daros algunos ejemplos de objetivos de un CMI desde la perspectiva financiera.
Ejemplos de objetivos financieros
Sabemos que un CMI está enfocado a implantar los objetivos de una empresa u organización. Los objetivos estratégicos no deben ser más de veinte, ya que si son más será difícil conseguir alcanzarlos. Para seleccionar esos objetivos debemos asegurarnos de que son medibles.
Deben tener una característica numérica. No podemos definirlos como “aumentar las ventas”, o “obtener más beneficio por producto vendido”. Un ejemplo de objetivo de un CMI desde la perspectiva financiera dirá: “aumentar la facturación en un 10%”, o “incrementar el beneficio neto en un 8%”. De esta manera podremos implementar estrategias específicas que obtengan los resultados deseados.
- Los objetivos deben ser medibles, pero también deben ser flexibles y poder ser reestructurados en función de las circunstancias de la empresa y del mercado. Esta flexibilidad permitirá a la empresa sobrevivir ante circunstancias que se escapan a la planificación.
- Los objetivos deben ser coherentes con la filosofía de la empresa. Por ejemplo, si es una empresa reconocida por la calidad de sus productos no podrá rebajarla para conseguir sus objetivos.
- Los objetivos deben ser alcanzables y realistas. Si no lo son repercutirá en la motivación de los equipos. Un objetivo que no está basado en la realidad del mercado, en la capacidad de producción o técnica de la empresa, o en la capacidad de sus trabajadores creará inestabilidad dentro de la empresa y puede tener el efecto contrario al deseado.
En muchas ocasiones las empresas fijan objetivos financieros alejados de la realidad, por ejemplo en la banca, donde la exigencia por conseguir resultados genera ansiedad entre sus empleados.
¿Cómo podemos utilizar el CMI para crear objetivos desde la perspectiva financiera? Debemos siempre fijarnos en los datos. La ventaja que ofrece un CMI es precisamente la capacidad de ofrecer datos financieros reales y actuales. Debemos fijarnos en los ejemplos de objetivos utilizados en el pasado y evaluar si han sido alcanzados o no, para de esta manera definir objetivos reales y alcanzables.
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